04 noviembre, 2009

Sally Stanford, de madame a alcaldesa.

En una época en la que las mujeres obtuvieron el derecho al voto, a bailar en los clubs de jazz, construir barcos de guerra y escalar puestos en el mundo de la política y las finanzas, Sally Standford rompió más reglas que la mayoría. Se casó siete veces (pero nunca con un Stanford), utilizó más de una docena de nombres, salió absuelta después de diecisiete arrestos, y demandó a un famoso hombre de negocios por no pagar.

Nació en el seno de una familia humilde. Su instinto para los negocios se desarrolló a muy temprana edad. A los siete años convenció a un los miembros del club de golf que la dejaran trabajar como caddy. A los 16 años huyó de casa para casarse con un hombre que alardeaba de ser el nieto de un ex gobernador de Colorado. Fue arrestada por primera vez y cumplió condena por ayudarle a cobrar unos cheques que él había robado.

Años más tarde, en plena ley seca, se dedicó al contrabando de alcohol. Con los beneficios compró varios hoteles en el barrio de Tenderloin de San Francisco, y los convirtió en burdeles. Después de varias denuncias, trasladó su negocio a Nob Hill convirtiéndose en la Madame más próspera de la ciudad. Las chicas de Sally eran las más guapas y elegantes y siempre se preocupó de ofrecer lo mejor a sus clientes. Entre su distinguida clientela se encontraban políticos, hombres de negocios, actores, cantantes. Echó a Humphrey Bogart de uno de sus locales por conducta indebida (se dice que por llevar la misma camisa durante tres días, entre otras cosas).

Herb Caen, columnista del San Francisco Chronicle, dijo que las Naciones Unidas se fundaron en el burdel de Sally, ya que durante la conferencia de su fundación, en junio de 1945, muchos de los delegados se “entretuvieron” en su casa y gran parte de las negociaciones tuvieron lugar en su sala de estar.

Una de las anécdotas que le gustaba contar a Sally era la de un joven agente, hijo de un capitán de la policía, que irrumpió en su casa de citas para hacer una redada. Sally con mucha calma le dijo: “antes de que hagas eso te sugiero que pases a la cocina y lo hables con tu padre. Justo estábamos tomándonos una taza de café”.

En la década de los cincuenta, harta de persecuciones policiales y denuncias, decidió dejar el negocio que le había proporcionado una fortuna multimillonaria y se trasladó a Sausalito donde regentó un restaurante, el Valhalla. Pronto se convertiría en el lugar de moda donde ver y ser visto. Clientes como Harry Bridges, Marlon Brando, Bing Crosby and Lucille Ball acudían a visitarla.

En su nueva etapa como empresaria de un negocio legal, formó parte de la Cámara de Comercio y apoyó diferentes causas benéficas. Sus conocidos dicen que era una mujer muy generosa, especialmente con los pobres.
Se presentó como candidata a la alcaldía de Sausalito. Perdió cinco veces antes de ganar otras tres consecutivas. En su última campaña (1976) fue la candidata que más votos obtuvo hasta la fecha. Como ella solía decir "Sinners never give up!" (los pecadores nunca nos rendimos).

Murió en 1982 a los 78 años, aparentemente de un ataque al corazón. Había sobrevivido a 11 ataques previos y a una operación reciente por un cáncer de colon. Mientras era trasladada al hospital por uno de sus empleados ella le comentó “no te olvides de pedir la factura”.

El secreto de su éxito fue llevar las cuentas con exactitud y ofrecer la máxima calidad. Era muy estricta en cuanto a las normas y como diría su hijo adoptivo, su madre nunca le aconsejó que regentara un burdel y además le reprochaba que saliera con chicas que trabajaban en su restaurante, “you shouldn’t be playing in your own backyard” (el equivalente a nuestro “donde tengas la olla, no metas la po…”). Un consejo muy sabio.

Su vida y los edificios donde se ubicaron sus negocios forman parte de la historia de San Francisco.

Algunas de sus citas:

“If you are being run out of town, get in front of the crowd and make it look like a parade”.
(Si te están echando de la ciudad, ponte delante de la multitud y haz que parezca un desfile)

“No man can be held throughout the day by what happens throughout the night.”
(No se puede retener a un hombre durante el día por lo que pasó durante la noche)

“Madaming is the sort of thing that happens to you - like getting a battlefield commission or becoming the dean of women at Stanford University.”
(Ser Madame es una de esas cosas que te ocurren, como ser ascendido en el ejército o convertirte en decana en la Universidad de Standford)


"Personally, I never met a white slave in my life. . . . If captive females were sold, drugged, and slugged into prostitution, I never knew [of] a case."
(Personalmente nunca he conocido una esclava blanca en mi vida… Si mujeres cautivas son vendidas, drogadas y golpeadas para prostituirlas, yo nunca me he encontrado con ningún caso.)

"Sinners never give up!"
(Los pecadores nunca se rinden)


"One’s better off just being a friend," said Sally. "Then you do things because you want to. When you’re married, it’s a duty."
(Refiriéndose a uno de sus ex maridos: Es mejor cuando se es solo amigo. Entonces haces las cosas porque quieres. Cuando estas casada, es un deber)


En los años sesenta Sally escribió su biografía “The Lady of the House” y más tarde se rodó una película basada en su vida.

Más información:

http://www.thetigerisdead.com/sallystanford.html
http://www.mistersf.com/notorious/index.html?notsally.htm
http://law.jrank.org/pages/12294/Stanford-Sally.html
“Erotic city: Sexual Revolutions and the Making of Modern San Francisco”


Entrevista televisada: http://marinnostalgia.org/sallystanford.html