14 mayo, 2007

Si quieres que te sigan las mujeres, ponte delante.


Barroco nos evoca imágenes de mujeres robustas de rosadas carnes y curvas voluptuosas. Exceso, exageración, opulencia…

En España la realidad era bien distinta. Eran tiempos convulsos, caracterizados por una excesiva burocracia y la despreocupación de los monarcas por el pueblo llano, guerras de religión interminables financiadas con el oro de las colonias, reformas y contrarreformas, miseria, despoblación en el campo y hambrunas.

Por otra parte fue una época prolífica en el campo del arte y la literatura, además nace un nuevo género: la novela picaresca.

El fervor religioso de algunos monarcas hizo peligrar el negocio de las mancebías (burdeles). Las cortesanas de alto nivel intentaban pasar desapercibidas y parecer mujeres virtuosas. En ocasiones eran acompañadas en público por alguna mujer mayor (dueña) que en realidad eran alcahuetas o celestinas.

Aquí encontraréis un interesante artículo sobre las cortesanas en el Madrid barroco.

Algunas frases célebres de la época:

“El oro es como las mujeres, que todos dicen mal de ellas y todos las desean”. Félix Lope de Vega.

“Si quieres que te sigan las mujeres, ponte delante”, Francisco de Quevedo.

“Fingimos lo que somos; seamos lo que fingimos”, Pedro Calderón de la Barca.

“Lo bueno si breve, dos veces bueno”, Baltasar Garcián.

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